Atenea transformó a Medusa en una criatura cuyos cabellos eran serpientes y con una mirada que convertía en piedra a quien le mirase. La sangre que brotaba de la vena izquierda de la herida de Medusa contenía un veneno mortal; pero la de la vena derecha era un remedio capaz de resucitar a los muertos.
Perseo logró cortarle la cabeza y de su sangre brotó Pegaso, el caballo alado.
Perseo logró cortarle la cabeza y de su sangre brotó Pegaso, el caballo alado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario